Yo no descubrí la pólvora
ni tampoco la rueda
que hizo que el asfalto
urgente se inventara.
Otros se adelantaron a mi.
No me dejaron
ni inventar la pólvora
ni inventar la rueda.
Pero nadie seguramente se opondrá
a que en compensación
me dejen descubrir a la alegría.
Más sigo aquí mirando entristecido
como el azul del cielo
se llena de borrasca
y veo que al saltamonte
le robaron su voz y su palabra
y entonces dudo poder llegar al júbilo
esta noche.
Por eso sigo siendo un inventor
sin invento,
que quiero algún día, sin embargo,
crear una sonrisa para los niños
que no vivieron jamás la navidad
como otros niños.
Inventar un mensaje inédito de amor
para que millones de palomas
lo lleven por el mundo jubilosas:
para que las guerras se peleen,
de hoy en adelante,
con las mismas armas
pero de juguete,
con las que de niños solíamos derrotar
al enemigo imaginario.
Inventar un nuevo país
para los que se aman
en secreto.
No habré inventado la pólvora ni la rueda
Pero me gustaría inventar
un planeta,
sin abismos ni alimañas
para los que nacerán mañana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivo del blog
-
▼
2008
(30)
-
▼
julio
(30)
- ©Carlos Garrido Chalén
- Prólogo
- Señales como palabras
- Confesiones de un árbol
- Un árbol para los que se amaban en secreto
- Para que sepan todos el maderal que era
- De cómo servía para el amor y tenía mis propios me...
- Cuando era más que un árbol, un mensaje
- Canto para no ofrecer silencio al enemigo
- Para una extraña soledad de madrugada
- En presencia del dolor y ala deriva
- De cómo la historia se aprende caminando
- Poema para recordar un nacimiento
- Me buscaré a solas para llenarme las manos de poblado
- Cuando cumpla mil años
- El tizón de ese incendio lo inventó el corazón
- Mirando como el viento se llenaba de oeste y de ho...
- Preparativos para una fiesta de la amistad
- De cómo participé del vuelo de las aves y la vida
- Por ellas que comprendieron de mi ternura azul y d...
- Pensando que la soledad es un fracaso de la noche
- De cómo descubrí el vuelo de las gaviotas en el c...
- Promesa para una tierra a la que volveré para segu...
- En donde pernoctó con sus sueños de grandeza, la t...
- Junto con los que recogían mi sombra en las mañanas
- Buscando la paz que se llevaron en su vuelo las pa...
- Voy a inventar un planeta para los que nacerán mañana
- Cabalgando una nube, al borde de un relámpago
- Necesidad de un marco para este amor que se desborda
- De cómo he regresado a la tierra prometida
-
▼
julio
(30)
Carlos Garrido Chalén
Datos del autor
Carlos Garrido Chalén (Tumbes, Perú, 1951). Poeta, abogado y periodista. Premio Nacional de Poesía. Presidente de la Unión Hispanoamericana de Escritores, Embajador Universal de la Paz en el Perú del Cìrculo de Embajadores de la Paz de Ginebra, Suiza; Past Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Tumbes. Tiene publicados, entre otros: Itinerario del Amor en Vallejo (ensayo, 1991); y, de poesía, El sol nunca se pone en mis dominios (1993); Confesiones de un árbol (1997); Memorias de un Ángel (2003). Ha obtenido diferentes premios y distinciones nacionales e internacionales y postulado al Premio Cervantes 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario